Para lograr este propósito la institución diseñó una hoja de ruta clara y específica que, entre otras medidas, se basa en disminuir el consumo energético y transitar hacia fuentes renovables. En cuanto a los residuos, se busca aminorar el volumen y fomentar su valorización, reutilización y reciclaje. Respecto al uso eficiente del agua, requiere rebajar su consumo e implementar de sistemas que contribuyen indirectamente al descenso de emisiones de carbono asociadas a su tratamiento y distribución.
“Hemos establecido iniciativas sucesivas y cuantificables, que nos guíen en el actuar institucional los próximos 14 años y que sean transversales a toda nuestra operación. Es un cambio cultural de todas las áreas de la universidad y de todos los miembros de la comunidad, que permeará en la universidad y finalmente, en toda la sociedad. Somos la universidad más grande de Chile. Sabemos la responsabilidad que ello implica, y la asumimos con compromiso y entusiasmo”
Julio Castro, Rector UNAB
El proyecto incluye estrategias para la conservación de la biodiversidad, como la protección y restauración de ecosistemas naturales, y la promoción del transporte sostenible. En temas administrativos, se enfoca en la gestión y operación eficiente, implementando compras sostenibles. Además, contempla planes de compensación de emisiones, apoyando proyectos de reforestación y de bonos de carbono.
Actualmente Universidad Andrés Bello es reconocida por su compromiso con la sostenibilidad, lo que ha sido ratificado de forma constante los últimos años por el ranking de Impacto de Times Higher Education, el que la ubica consecutivamente en el número 1 de Chile en materia de contribución al cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Junto a lo anterior es una de las universidades fundadoras de la Red de Campus Sustentables y es sede en Chile de Pacto Global de Naciones Unidas.
“la meta trazada hacia 2038 es un plazo ambicioso que nos permite planificar, desarrollar e implementar proyectos en diversas áreas, desde la gestión energética hasta la conservación de la biodiversidad. En el proceso, la UNAB no sólo reduce su propia huella de carbono, sino que también ejerce un impacto positivo en la comunidad e inspira a otros a seguir su ejemplo, fomentando así un cambio en la sociedad”.
Gonzalo Guzmán, Prorector UNAB
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