En la actualidad, la Universidad Andrés Bello está demostrando un fuerte compromiso con la sostenibilidad a través de su plan de carbono neutralidad. Este plan es esencial en la lucha contra el cambio climático, ya que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y minimizar el impacto ambiental de la universidad. Sin embargo, aunque la neutralidad de carbono es un objetivo crucial, no es suficiente por sí sola para garantizar la resiliencia de la institución frente a los desafíos que plantea el cambio climático global.
Un plan de adaptación al cambio climático es igualmente necesario, ya que permite a la UNAB prepararse y responder de manera efectiva a los fenómenos climáticos cada vez más frecuentes y severos, como olas de calor, inundaciones, sequías y otros eventos extremos. Estos eventos pueden afectar la infraestructura, la operación diaria y la salud de la comunidad universitaria, entre otros aspectos. Sin un plan de adaptación, la universidad podría verse en una situación de vulnerabilidad, poniendo en riesgo tanto su misión educativa como su bienestar institucional.
Además, un enfoque integral que combine la neutralidad de carbono con la adaptación al cambio climático fortalece la capacidad de la universidad para enfrentar un futuro incierto. Mientras que la neutralidad de carbono se centra en mitigar las causas del cambio climático, la adaptación aborda sus efectos inevitables, asegurando que la UNAB esté preparada para afrontar cualquier escenario.
En este contexto, es importante destacar el trabajo continuo que la Dirección de Sostenibilidad de la UNAB ha estado realizando. La dirección ha llevado a cabo diversos estudios para identificar los riesgos y oportunidades que el cambio climático presenta para la universidad. Estos estudios no solo informan las decisiones estratégicas que se toman en relación con la sostenibilidad, sino que también ayudan a identificar áreas clave donde se pueden implementar medidas de adaptación para proteger a la comunidad universitaria y a la infraestructura de la institución.
En resumen, mientras que el plan de carbono neutralidad de la UNAB es un paso fundamental hacia la sostenibilidad, es igualmente crucial contar con un plan de adaptación al cambio climático que permita a la universidad enfrentar de manera efectiva los desafíos futuros. La combinación de estos enfoques asegura que la UNAB no solo contribuya a mitigar el cambio climático, sino que también esté preparada para adaptarse a sus efectos, protegiendo a su comunidad y garantizando la continuidad de su misión educativa.